14 enero 2006

"¿Quién eres tú?"

Me cuenta un compañero de clase que su abuela tiene Alzheimer pero que su enfermedad la padece toda la familia. Su abuela ni siente ni padece ya: es un cuerpo. Comentamos nuestras diferentes situaciones con nuestros mayores, que tienen mayor y menor grado de dependencia, y llegamos a la misma conclusión: la falta de ayudas y el esfuerzo que conlleva una situación así.

Resulta duro, demasiado duro, ver consumir los últimos años de la vida de una persona que camina hacia la "cosificación", hacia una "ancianidad infantil" que quiebra la alegría, la convivencia, que entristece y que enrabieta.

La abuela que te vio crecer ya no es aquella que te sacaba de pequeño al parque, que te enseñó a hacer tartas de chocolate y que te daba cinco duros para que te los gastaras en chuches los domingos.

Los ojos de mi compañero rezumaban tristeza y resignación al hablar. Y su historia no es ajena a la que viven muchas personas en este país. Lo peor es que muchas de ellas ni siquiera tendrán una mano a la que agarrarse para pedir ayuda... en silencio, una mano que les acaricie porque están completamente solas, sin posibilidades de contratar a una persona para que les ayude a limpiar o les haga un poco de compañía.

Los gobiernos van por detrás de las necesidades de su ciudadanía, en este caso de las de los ancianos y sus familiares. La futura Ley de Dependencia, de la que existe ya el anteproyecto, aprobada en el Consejo de Ministros el 23 de diciembre de 2005, pretende garantizar el acceso a los servicios sociales a las personas que no se puedan valer por sí mismas. Actualmente, son millón y medio. El periodo de implantación del sistema se extenderá desde el 2007 al 2015, fecha en la que este servicio estará plenamente en funcionamiento.

2015... ¿No queda "un poco" lejos esta fecha?
¿O quizá es que llegamos tarde?

(La imagen es de Antonio Carrillo Bernal)

11 enero 2006

Feliz no Navidad

De vuelta a la rutina...

FELIZ 2006 A TODOS!!