18 diciembre 2006

Ineptos académicos


Una vez por cuatrimestre, los alumnos de las universidades tienen la posibilidad de evaluar a sus profesores. Bien, hoy era ese día y sólo he puesto que me parecía bien el profe, que era puntual y tenía bien organizadas las clases. Por lo tanto, por mí, que siga dando clase.

Pero, a veces, las encuestas son rellenadas con la intención de que algunos docentes se vayan y no vuelvan a aparecer por el bien de las generaciones futuras y el bienestar mental de los presentes. El año anterior completé varios de dichos formularios con valoraciones que iban más allá de marcar casillas con boli negro para que lo registrara correctamente el lector, con la esperanza de que sirvieran para algo. Pues bien, estaba equivocada: varios ineptos siguen ejerciendo la docencia este año de nuevo. Y digo ineptos, sí, que no tienen ni idea de lo que tienen que enseñar o que cuentan su vida en verso ("yo, yo y después yo").

14 diciembre 2006

Bocadillos a la mitad

Decían Platero y Tú, en boca de Gorka Limotxo, que "siempre el cliente no tiene la razón". Pero todos sabemos que el cliente a veces sí que la tiene. Sobre todo, después de una de las últimas experiencias, en la que la camarera en cuestión decidió traernos, en un primer momento, unos bocadillos que nosotros no habíamos pedido. En segundo lugar, por aparecer con las papas bravas 40 minutos después; después de recordárselo, claro. En tercer lugar, por servir unos bocadillos con la mitad de los ingredientes. En cuarto lugar, por querer demostrar que estábamos equivocados y que ella tenía toda, toda, toda, toda la razón, que tenía muy buena memoria. Y, por último, por no cobrarnos las papas, después de esta asombrosa demostración.

Visto que lo de apuntar los pedidos en papel se le da tan mal, le regalo esta bonita "recordadora", con el permiso de Neville Longbottom (uno de los personajes de la saga de Harry Potter), para que no se olvide de poner bacon y huevo a las hamburguesas y no llegue a los extremos del pez Dory, de "Buscando a Nemo".
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Vaya, vaya, vaya... Tiene un color rojizo... Eso significa que a esta camarera se le ha olvidado algo: Reconocer que todos podemos cometer errores, a pesar de nuestra buenísima capacidad de memoria.

13 diciembre 2006

Ha muerto Juan José Carreras Ares

Nunca me dio clase pero siempre oí hablar de él y de su obra desde que empecé a estudiar Historia en la Universidad de Zaragoza hasta que me licencié. Durante esos años le vi en bastantes ocasiones por la planta del Departamento de Historia Moderna y Contemporánea, casi siempre con algún libro entre manos. Juan José Carreras Ares, ese experto en historiografía siempre nombrado en las asignaturas de Ignacio Peiró y Gonzalo Pasamar, ha fallecido. Aquí pego un recuerdo que el Dr. Pasamar ha compartido con la red Historia a Debate. Y animo a aquellos que no conozcan su obra a leerle.

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"El lunes día 4 de diciembre los historiadores españoles sufrimos una irreparable pérdida con el fallecimiento del profesor Juan José Carreras Ares. Juan José ha sido uno de los principales introductores de los estudios de historiografía en la universidad española. Maestro de varias generaciones de historiadores, su muerte representa, sin duda, la desaparición del historiador español con una de las más profundas concepciones de la historiografía en la segunda mitad del siglo XX.

Gallego por nacimiento y sentimiento, Juan José había nacido hace 78 años en La Coruña. Huérfano de padre republicano y galleguista, tras la Guerra Civil se vio obligado a emigrar a Madrid siendo todavía un adolescente. Allí cursaría la carrera de Filosofía y Letras doctorándose en 1954 en la Universidad Central. Tras defender su tesis doctoral, Juan José encontró acogida en la Universidad de Heidelberg, donde el historiador Werner Conze, uno de los introductores de la historia social en la República Federal Alemana, fundaría un seminario de historia económica y social del que Juan José formó parte. Fue allí, en Heidelberg, donde Juan José llegó a ser, en el espacio de una década, un profundo conocedor de la historia y la historiografía alemanas.

De vuelta a España, y tras ejercer algunos años como catedrático de Historia del Instituto Goya de Zaragoza, Juan José desempeñó finalmente la cátedra de Historia Contemporánea de esa Universidad, área en la que ejerció una de las más importantes influencias desde los años setenta. Sin duda, el desarrollo de esta área en España debe a Juan José una dirección intelectual fuera de toda duda. Sin embargo, sus intereses historiográficos nunca se limitaron al estudio de los dos últimos siglos. Su formación en historia antigua y medieval y su interés por los estudios filosóficos y literarios siempre le acompañaron. Su Prólogo al Tomo II la Historia de Roma de Theodor Mommsen (Madrid, Aguilar, 1955), probablemente su primera publicación, no ha perdido nada de la profundidad y claridad con las que fue
escrito. Sus principales escritos, que fueron recopilados en 2000 por Carlos Forcadell bajo el titulo de Razón de Historia (Madrid, Marcial Pons), están en su mayoría relacionados con la historiografía y la historia intelectual. En ellos Juan José era capaz de abordar problemas de la historiografía de los dos últimos siglos remontándose a textos y problemas medievales e incluso clásicos, muy lejos de la mayoría de los escritos de historiografía al uso. Y es que su capacidad para representar el cambio en la historia de la historiografía estaba a la altura de los mejores especialistas internacionales. Juan José fue, además, el historiador español que mejor conocía la obra de Marx, como bien lo prueba el estudio que publicó en Hispania. Revista Española de Historia, en 1968, titulado “Marx y Engels, 1843-47. El problema de la Revolución”, un impresionante artículo cercano a las cien páginas, que desgraciadamente no ha tenido la publicidad que merece.

Yo tuve la fortuna de conocer a Juan José, primero como profesor, después director de tesis, y finalmente compañero de Departamento. A lo
largo de todo este tiempo, su influencia la he sentido muy cercana, constante y provechosa. Recuerdo con especial cariño las conversaciones y confidencias en las que evidenciaba su calidad humana e intelectual. Ya no lo veremos sentado en los Consejos de Departamento pero a todos nos queda el recuerdo de un gran maestro y un buen amigo. Hasta siempre, querido Juan José".


Gonzalo Pasamar (Universidad de Zaragoza)
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11 diciembre 2006

Sentencias desde Laponia (4)

Errar es humano. Perdonar, divino.